Diciembre para nosotros es sinónimo de alegría, de abundancia, de compartir con nuestros seres queridos. ¿Y qué significa para los niños? Para los niños es un mes de mucha emoción porque le damos una pausa a las obligaciones para recibir regalos y ropa nueva. Y pues, en consecuencia, también es un mes dónde los objetos se acumulan y los espacios se achican, y terminamos afrontando un nuevo año agotados, como nuestros espacios. A finales de año, son muy comunes los maratones de limpieza y de organización, y tienen mucho sentido en esta época, porque preparas el lugar para recibir todo lo nuevo que nos aguarda. A nivel emocional y físico, es necesario el tiempo de revisión, limpieza, y descarte de lo que no aporta. Es la antesala perfecta para recibir toda la alegría propia de las celebraciones y la bienvenida al nuevo año.
La organización y el orden son valores que nos facilitan la vida, muchísimo, en casa, en la escuela, en el trabajo... con nuestras emociones! En la niñez es mucho más fácil cultivar cualquier valor y fomentar un hábito sólido y saludable para el resto de nuestra vida. Como padres, nuestro rol es darle las herramientas necesarias...